"Dejar
testimonio de todas aquellas situaciones que afectan al ser humano haciéndole
perder su dignidad y someterle a un sufrimiento injusto.
Para
orientar nuestro trabajo, podemos tomar como referencia todas aquellas
situaciones, del día a día, cercanas a nuestro lugar de trabajo, de ocio, de
vida, en las que haya personas que sufran los desequilibrios de la sociedad en
la que vivimos: Condiciones de trabajos esclavizados; condiciones de
alojamiento precarios e insalubres; actividades duras y peligrosas; escasez de
alimentos; desarraigo de la inmigración; marginación social..."
Ante mi indecisión a la hora de
enfocar este trabajo decidí tomar como referencia el segundo párrafo del
enunciado y empecé a fotografiar mi entorno, ya que no es necesario irse a “el gallinero”
para ver gitanos, y personas marginadas y discriminadas viviendo en condiciones
insalubres.
Vivo en Madird, en el barrio de
Hortaleza, en la avenida Virgen del Carmen, paralela a la avenida de San Luis.
Es una zona residencial, con edificios de viviendas en división horizontal de
4-6 alturas. Es una zona relativamente “buena” próxima a Arturo Soria, Las
Tablas, San Chinarro, etc. Y al mismo tiempo es una zona bastante empobrecida.
La mayoría de los habitantes son personas mayores, emigrantes o gitanos. Yo
vivo justo al final de la avenida y detrás se encuentra lo que se ha llamado
“LA U.V.A”. Son viviendas que en estos últimos años se han llenado de gitanos y
que ha dado muchos problemas en la última década debido al plan de demolición y
realojo de los habitantes, la ocupación ilegal, etc. Hoy en día, está casi
demolida al completo, quedando únicamente dos calles de la original
distribución y un par de casas aisladas, que son las de mayor problemática ya
que han sido reocupadas ilegalmente varias veces. En las fotos se aprecia cómo
se han demolido las viviendas lindantes a las que están ocupadas. Pese a esta
demolición, en esas casas todavía vive gente. Gente que tendrá que hacer frente
al frío simplemente con tabiques de hueco doble, que fueron creados simplemente
para compartimentar y dividir toda la unidad de viviendas que componía cada
calle, y que, lógicamente, carecen de aislamiento. En las fotos actuales la
situación está “normalizada”. Pero en años anteriores se podía ver en las casas
ya deshabitadas cómo salían ratas, cucarachas, etc. Son condiciones insalubres,
que no llegan al nivel de las chabolas pero que no son las más adecuadas para
vivir. Desconozco si estas viviendas que han quedado aisladas y parcialmente
demolidas siguen dotadas de luz, agua y alcantarillado. Pensaba haber entrado
en una casa que creía deshabitada hasta que oí música en la planta superior. De
la vivienda de enfrente salió un hombre (que aparece en otra fotografía).
Cerca de esta zona se encuentra
Manoteras. Otra zona famosa por la población gitana. Y que siempre ha tenido
consideración de “mala zona” por los robos, atracos, etc. A esta zona pertenece
la fotografía de A.C.I.C.O.M.A.R. Una asociación que tiene como fines: ayuda, defensa y representación de
colectivos marginados; ayuda, defensa y representación de inmigrantes en
particular; asesoramiento jurídico-legal; formación y cualificación
profesional; programas de desarrollo de ayuda humanitaria en el exterior de
España; desarrollo de actividades culturales, deportivas y de ocio; ayuda de
alimentos de primera necesidad a personas de escasos recursos.
Hay una foto “discordante” con el
resto que es la del edificio de oficinas de SAMAAT, ubicado en Pinar Chamartín,
cerca de Manoteras. La he incluido para mostrar que toda esta zona, no es una
zona marginal, a las afueras de Madrid, apartado de todo el mundo. Sino que es
una zona de relativa calidad donde se mezcla todo tipo de ambientes, culturas y
personas. Así este edificio de viviendas situado a escasos metros de viviendas
de realojo se convierte en todo un símbolo de esta mezcla y estos contrastes.
Por otro lado, he tomado como
referencia el entorno de ocio, el centro de Madrid. Lugar de recreo, turismo,
etc que es visitado a diario por cientos de personas y donde asimismo se
encuentran otro tipo de personas. Los indigentes. Esa otra cara pública e
ignorada de Madrid.
Si en la entrega anterior me
centré en los músicos para intentar reflejar la pasión de éstos, y apasionar
con las fotos, en esta entrega me he centrado en estas gentes de Madrid. La
cara pública e ignorada. Ese otro Madrid a la vista de todos que de cara al
turismo da un reflejo de nuestra sociedad y el trato indiferente que se les da
a estas personas.
He intentado mostrar la soledad y
el aislamiento, del que se habló en clase la semana pasada en clase, que
padecen estas personas. Personas invisibles entre la multitud del centro de
Madrid. Como el hombre postrado en el suelo de la calle Preciados, diciendo
bajo la lluvia y con la cara pegada al suelo: “una ayuda para comer. Por el amor de Dios. Tengo mucho hambre…”
mientras la gente pasa indiferente a su lado, o se para sólo para sacar un
cigarro del bolso, o le mira con desdén.
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